jueves, 15 de diciembre de 2011

Sobre el video "por qué somos pobres los colombianos", y su triste fama, otra secuela de twilight.

Hace unos meses viene circulando un vídeo, que ha sabido revotarme, molestarme que me es urticante, vengo cargando este pedazo de carbón en los pantalones y no importa que tanto trate de sacudirlo lejos, las redes sociales como olas marinas lo traen de regreso a mi muro, y sigue pateándome la entrepierna con se sujeción de emails que lo llevan de regreso a mi costa,
Con la misma belleza y deseo de retorno, con que un anal sucio bordea la costa paradisiaca de una luna de miel.  
Pues sí, no me gusta vivir de lastima de otros países, como no me gusta ir a entierros de extraños o pedirle plata prestada a la novia; no me gusto el video, como deteste twilight, como no me gustan las colonoscopias.

Para quienes no lo han visto, pensé por largo tiempo, si presentarlo, o por el contrario buscar el video de una colonoscopia, pero para efectos de compartir mi dolor, y torturar al lector, esta es la razón de mi dolor de estomago: http://www.youtube.com/watch?v=fnm956LkFV8

El video no puede de suyo ser menos prestante, ni puede ser más equivocado, se basa en hacer una diferencia que se escapa de la realidad, nuestro problema no es la falta de disciplina, sino la corrupción exagerada.
Tal cual se dice, la corrupción, como diría el ex presidente Turbay “debe limitarse a sus sanas proporciones”, y es ahí donde radica el problema, en una corruptela sin límite ni proporción, donde las vías no se hacen, se pagan los sobrecostos y además, si se llegan a hacer es con baja calidad. En el resto del mundo roban, acá en Europa también lo hacen, pero la diferencia, las cosas se hacen y con calidad tal, que para cuando se revisen cuantas sea tarde, es decir, corrupción en su sana proporción.
Regresando a la cámara por vía nasal para observar las entrañas de Colombia, es desafortunado, no podemos seguir motivando mentiras para mendigar, no debemos seguir siendo mediocres por pobres y viceversa, es ese círculo vicioso es el que nos tiene donde nos tiene, manejados como nos manejan y viendo videos donde el protagonista es un personaje re-encauchado con tres empresarios extranjeros que se establecieron en Colombia.
Video triste, producción de un canal de Medellín, que es tan embarazoso, vergonzoso y lastimero como confundir la gragea de advil sueno con la viagra, y a dormir.
Lamento tanto ver este video, como ver los comentarios “súper casuales” de una chica enamorada y desesperada, en redes sociales, para enviar un mensaje disimulado a ese que no le resta atención, bueno chicas, los leemos, nos burlamos y luego se los mostramos a los amigos para que se burlen también. Situación análoga, este video, que no es otra cosa que pedir limosna, que pretender dar lastima, vía el ridículo público de un país.
Despertemos, somos la tercera economía de América Latina, somos un país interesante para la inversión extranjera, en lugar de dedicarnos a vernos mal, a comprar ropa roída para que nos miren con pesar, limpiemos el país de corruptos e iniciemos un esquema de trabajo por la riqueza común, sin destruir al vecino por su éxito, sino competir con el por el mismo.
Cambios hay que hacer, iniciemos por indignarnos contra los responsables de las dos atrocidades que denuncio (la corrupción y el video), y por cambiar en nuestro día a día, pare continuar con el milagro de las Américas como dijo el diario francés “les echos”, como es la realidad.
Invito a todos a iniciar una campaña profunda de indignación contra aquellos que nos dañan, contra aquellos que nos quieren hacer menos, pero más aun, una campana para seguir demostrando que somos una economía y un país serio, viable y que va para adelante, que se sacudirá de corruptos y mediocres, una campana de cada uno por cambiar en sí mismo y por denunciar.

Tenemos la llave del cambio, abramos la puerta del mismo.

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