El 2011 será recordado en la historia como el año de las marchas, de la revelación social, el retorno de el espíritu revolucionario que durmió durante 80’s y 90’s
Hace un tiempo se vienen presentando movimientos juveniles de protesta, algunas de alcance multinacional, como el de los jóvenes colombianos contra la reforma educativa, otros de carácter político como los presentados en Egipto y sus alrededores y otros por razones económicas como en Grecia, España y Estados Unidos.
La primavera árabe caracterizada por movimientos violentos contra regímenes políticos opresores de libertades individuales; otros movimientos contra organizaciones al margen de la ley, o contra reformas políticas y económicos como en Grecia y Colombia.
En fin, hay un despertar juvenil de marchas, movimiento reaccionarios y de necesidades de cambio.
En los Estados Unidos el Ocuppy Wallstreat protestando contra la hegemonía de la Banca y su aparente responsabilidad por la crisis, sumada a la indignación por sus acciones respecto del dinero.
En china, movim
ientos contra un régimen político y económico que juzgan sus habitantes controla, limita y abusa de libertades personales.
Dictadores han caído por causa de estos movimientos, gobiernos han tenido que retomar proyectos de ley y discutirlos con los opositores para conjurar las situaciones, universidades se han visto tomadas por estudiantes, incluso Nueva York, Londres, Madrid, Barcelona, EL Cairo y hasta Bogotá han visto hordas de jóvenes protestando, levantando sus voces contra lo que consideran injusto, contra lo que les indigna.
La crisis económica, ha llegado a tocar la fibra sensible de una juventud que como en los 70’s es reactiva, no muy segura de qué quiere, pero segura de no querer aceptar lo que está pasando y de necesitar un cambio estructural, de oponerse y ser un grupo actor presente en los esquemas de toma de decisiones.
Ejemplo interesante el que los residentes de Luxemburgo pudimos ver ayer a las 3PM (15HRS) hora local: En oposición a la reforma educativa, se presento un grupo de seis (6) personas a mostrar su descontento.
No pretendo, ni mucho menos comparar unos con otros, pero creo que es momento de buscar nuevos líderes, unos que si representen nuestros intereses, de terminar con los partidos, de reiniciar el estado, pues el que tenemos en teoría, por el que tantas cabezas rodaron, nos fallo, se desdibujo y termino siendo tan irrisorio como la oposición de ayer a la reforma educativa en Luxemburgo.
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