De acuerdo con Carrol Quigley, las civilizaciones pasan por periodos desde su nacimiento a la muerte, de acuerdo con lo cual, occidente ha llegado a su decadencia, por los síntomas que presenta, por el nivel de ruptura y sobre todo, por un efecto ideológico profundo, desgaste de la base por abuso sistemático.
Dicho en forma simple, retomando las palabras del maestro Samuel P. Huntington “Las civilizaciones decaen cuando dejan <
Las sociedades actuales, están aislándose culturalmente, generando nuevos movimientos racistas, sexistas y de extrema creencia, que se reproducen fácilmente en otros lugares donde la volatilidad política, donde por un extremo se reproduce la causa de la crisis y por otro, se esquiva la solución.
Desde un punto de vista humilde, considero que la única solución para reinventar occidente y evitar la caída es una reintegración, para efectos de perpetuar la cultura, es decir, ampliar occidente a las Américas.
Ante el decline exorbitante de la estabilidad económica de los Estados Unidos y el tambaleo de la economía europea, la solución se encuentra en afiliación con los llamados mercados emergentes, y desde ese punto de vista, Europa, que no presenta tanta resistencia en el sur del continente americano, tiene una oportunidad dorada para evitar su propia caída, lamentablemente, puedo predecir que no llegara tan pronto como debería, si llega ese momento.
Por tradición cultural, las sociedades europeas no han mostrado intención alguna de abrirse a las culturas latinas de centro y sur América, por lo mismo, la crisis se muestra como una realidad que vendrá de a pocos, la falta de intención integradora con las coloridas culturas americanas, devendrá en una continuación de un proceso anunciado, que terminara dando poder hegemónico (después de un proceso de lucha intensa) o a culturas asiáticas que decidan iniciar confrontación, o a culturas más explosivas y dinámicas como las musulmanas de África y parte de Asia.
Descrito el mal, ¿cómo evitarlo?, Simple, es necesario tomar medidas urgentes, uniones importantes entre Europa y Centro y Sur América, en términos de respeto y aceptación de mixtura , es decir, es necesario abrir caminos de integración social, de aceptación cultural y de conexión económica (producto de los dos anteriores), encontrara equivalencias, y desde ahí comunicación.
Uno de los más grandes problemas y dificultades para realizar dicha integración, es la comunicación, pues a diferencia del caso Estadounidense, los Europeos, no aceptan el español y se resisten a esforzarse en la comprensión del acento extranjero.
Naturalmente, el problema existe, y al observar con detenimiento la simpleza de la solución, resulta evidente decir, la multiculturalidad y la globalización son la única opción occidental, para realizar los valores propios de occidente, para reproducirse como sociedad, sin terminar agonizante ante sociedades con mayor profundidad creencial, o lo que es lo mismo con escalas de valor fuertemente arraigadas.
Indignémonos, integrémonos, seamos realistas y usemos lo que tenemos, esto, antes que la crisis toque fondo y debamos continuar con el proceso descrito por Quigley como invasión, es decir, cediendo el poder a otras culturas, por efecto de un proteccionismo cultural, que está en bloque tambaleándose.
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