En un
mundo donde la sexualidad varía de más en más, nos preguntamos si se puede
hacer amigos, y si esos amigos, pueden ser buenos y honestos siendo de
sexualidad complementaria, ¿se puede ser amigo con una persona de otro sexo?,
la respuesta es SI, sin duda se puede, el tema es que lograrlo necesita de un acuerdo mutuo y honestidad.
Qué cosa
más molesta que descubrir que con quien sales tiene una pareja estable, o aun
un matrimonio y hasta hijos, que sensación de haber sido usado (a), de odio y
claro de rechazo viene con descubrir una mentira de ese (a) en quien
depositamos confianza y quien nos camino como idiotas a sentimientos idiotas.
Pues lo
mismo pasa en el mundo de las parejas y amigos, por eso es fundamental
identificar las señales de quien busca más de una amistad, y además hacer uso
del idioma y preguntar, ¿tu pretendes algo más que una amistad?, pues yo no.
Qué cosa
tan simple es hacer amigos, es un acto de saber a que jugamos y jugarlo juntos,
porque, les digo, eso hacemos los hombres con los amigos: le dedicamos días al
Play Station; organizamos partidos de un deporte físico o virtual; bebemos
cerveza; hablamos de nada por horas, y decimos esas cosas que no se pueden
decir en una cita: “cayese la boca, no sea bestia”, es decir, ser públicamente
inmaduros sin que nadie lo note o señale, mientras las chicas... Bueno habrá
que preguntarles.Por lo que me han
enseñado del ratón y el queso, es posible ser amigo con alguien de orientación
sexual complementaria, pero para ello, por delante debe estar el no ilusionar,
el no mentir y el no abusar, todos, fácilmente evitables con la información más
importante de la amistad, y que de niños resultaba natural ¿quieres ser mi
amigo?
No me
malentiendan, tengo la suerte de tener varios amigos de uno y otro sexo, a
quienes invito y me invitan, pero por eso mismo, porque no hay telones ni
engaños, porque la vida nos junto y decidimos seguir en contacto, sin
intensiones románticas, charlamos como
locos y nos divertimos enormemente, justamente por eso, porque sabemos a dónde,
cómo y quiénes vamos.
Para los hombres, que no somos sino simios supra-desarrollados,
la amistad es simple, es una mezcla de alcohol, comida, diversión, eructos y
competiciones sin importancia, simplificando, la amistad es lo más alejado de
la sexualidad que puede existir, no hay presión, no hay impresión, solo
animales retozando juntos y hakuna matata o la más hermosa poesía
restadita con fondo clásico, pero fruto de un acuerdo y sin callar verdades,
que en pocas palabras, es lo mismo sin mentir.
Distinguir
señales de “algo más que amigos”, ha pasado en los dos últimos siglos de ser
astucia, a ser facilísimo, todo, gracias a dos grandes cambios en la humanidad,
el primero, los hombres por regla general no buscan amigas y segundo la
liberación femenina.
Por el lado
masculino, es simple, buscar amigas no es una conducta normal, y si nos
informan que no existe interés en ir más allá de una amistad, ya será a cada
uno de decidir, pero por principio, es de asumirse que el chico se siente
atraído para hablar con una chica.
Por el lado
de la liberación femenina y la finalmente lograda igualdad entre los sexos, es
simple, si el chico propone invitar, no busca amistad, y la chica que
normalmente trabaja también, sólo acepta si ella está interesada o si va a
sacar provecho.
Simple y
evidente, si esa regla se aplica y se propone la información, yo solo quiero
ser tu amigo (a), se evitan malos entendidos y apodos horribles por los que el
desengañado (a) y su grupo de amigos(as) se referirá a ti hasta el fin de los
tiempos.
Así que si
quieres evitar ser llamada aprovechadora o ser llamado cerdo machista, simple,
cada uno paga su parte y ambos indican su intención exclusivamente amistosa,
como lo hacen los niños en los parques y como sólo aquellos sin agendas ocultas
pueden vivir la vida, sin mentiras y con la frente en alto.
Sacar
provecho de los deseos y la confianza de otro ser humano es bajo y deplorable,
habla mal de quien lo hace y insulta no sólo la amistad sino cualquier otro
sentimiento, no se olviden que quien da amor (así sea en medidas dosis
calentadoras) por dinero, tiene una profesión clara y quien engaña a su familia
y a su “pareja” para tener sexo no deja de ser un(a) puerco (a).
Hoy los
invito a dejar la ceguera y más importante aún dejar de pretender tenerla, y
dejar de lado máscaras y actos, si valen la pena, sean humanos honestos, no
ilusionen incautos (as) y si algo les trae la vida, que sea por quienes son y
no lo que pretenden ser.
*Todas las imágenes
contenidas, son producto de búsquedas en linea y no me perteneces, su
único objeto es ilustrar el articulo y no tengo derecho sobre ellas
(disponibles en búsqueda de imágenes google).
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